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Termina abruptamente la misión Kepler

Se puede dar por concluida la misión Kepler. Un fallo en una de las ruedas de inercia, la segunda en sufrir este percance, deja inoperativo al telescopio. Con sólo dos de estas ruedas es ya incapaz de apuntar con la suficiente precisión y no podrá tomar más datos sobre exoplanetas. Recordemos que el telescopio contaba con tres de estas ruedas y una de reserva.
Era la crónica de una muerte anunciada porque esa rueda empezó a dar problemas hace unos meses y ya se predijo su fallo inminente.
Las ruedas o volantes de inercia permiten cambiar la posición del telescopio sin gastar combustible y funcionan de una manera similar a los giróscopos. Las ruedas de inercia son el talón de Aquiles de muchas misiones.
Kepler nos ha permitido echar un vistazo a ese Universo poblado de planetas que hasta ahora sólo intuíamos o soñábamos y nos ha maravillado. Se han descubierto miles de candidatos a exoplanetas y más de cien planetas ya confirmados, algunos de los cuales son planetas rocosos que podrían tener vida. La cosecha final será de miles de planetas. Ha cambiado por completo la idea que teníamos sobre los planetas y que estaba muy sesgada por la idea de nuestro propio sistema solar.
Kepler ha sido la misión espacial que más ha excitado nuestra imaginación en lo que va de siglo. Su objetivo último era encontrar Tierra II, un planeta similar al nuestro en la zona de habitabilidad de su estrella. Quizás esté escondido en los dos años de datos que están todavía por analizar. ¿Quién sabe?
Por un lado el ruido luminoso de las estrellas ha sido superior a lo esperado, por lo que la búsqueda de pequeños planetas ha sido difícil y más larga. Se necesitaba más datos para tener una estadística fiable y, por tanto, más tiempo. Pero, por otro lado, la misión ha durado un año más de lo que se esperaba. Sólo estaba pensada para tres años y medio.
Ya no hay misión, pues no es posible su reparación. No se puede ir allí donde está y además no fue diseñado para poder ser reparado. Ya no podrá confirmar tantos planetas rocosos en la zona de habitabilidad como se esperaba.

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La misión Kepler se encuadra dentro de las que podríamos llamar misiones baratas de la NASA. Quizás, con un poco más de dinero, la misión hubiera tenido una vida más prolongada. Nunca lo sabremos, pero parece estúpido que todo dependa de unas ruedas de inercia.
La misión Kepler se realizó gracias al empeño personal de William Borucki y de otros investigadores que trataron durante años de convencer a la NASA para que se realizara. No parecía que la agencia tuviera mucha fe en la idea. Pero ha funciona, ha funcionado maravillosamente.
Ya no tenemos el telescopio Kepler o, al menos, no para la misión para la que fue concebido (quizás se pueda reutilizar para otras cosas, pero es dudoso que ocurra), pero sí tenemos otro trasto inútil más en Marte. No se entiende por qué se envía a Marte una misión cada dos años, cuando todas ellas confirman que es un sitio estéril y yermo. Mientras, misiones como la Kepler, que pueden hacernos cambiar por completo la visión que tenemos del Cosmos, son proporcionadas con cuentagotas.
Se espera que el próximo cazaplanetas de la NASA sea TESS, que sería lanzado para 2017 si no hay retrasos. Para ese mismo año la ESA tiene pensado lanzar CHEOPS. La ESA ya tenía Corot, que era una misión similar a Kepler, pero que fue mucho menos fructífera.
Lamentablemente es difícil no tener esa sensación de tocar la miel con la punta de los labios para ser retirada al poco tiempo. Lo más interesante, saber si hay vida más allá o si estamos o no solos en el Universo, siempre se nos escapa como arena entre los dedos. Siempre queda para el futuro.


“Kepler fue mi norte, mi sur, mi este y mi oeste, mi semana de trabajo, no fines de semana para descansar, mi mediodía, mi medianoche, mi discurso, mi canción. Pensé que Kepler duraría para siempre. Estaba equivocado.”

Geoff Marcy (cazador de planetas)


“…las maneras en las que el hombre llega al conocimiento de las cosas celestiales son difícilmente menos maravillosas que la naturaleza de las cosas por sí mismas.”

Johannes Kepler


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Foto: T. Pyle/JPL-Caltech/NASA.