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Japón volverá a matar ballenas jorobadas

Triste noticia con la que los periódicos nos castigan hoy: Japón volverá a cazar ballenas jorobadas por primera vez desde 1968.
Las pobres ballenas ya bastante tienen con la degradación de su medio natural, con el cambio climático y con muchas otras cosas como para que ahora unos insaciables japoneses se las merienden.
Japón ha estado saltándose a la torera la moratoria en la caza de las ballenas con la horrible excusa de la investigación científica todos estos años. Esto de la investigación científica era simple y llanamente un mentira, tal y como afirman el 100% de los científicos del área. Ahora incluyen a una especie más en la lista de destrucción.
Mientras tanto la comunidad internacional ha hecho simplemente la vista gorda. Nadie ha dado un puñetazo en la mesa y ha amenazado con alguna sanción. Ni siquiera se han emprendido campañas internacionales de boicot.
De todas las especies de ballenas que pueblan este planeta la ballena jorobada o yubarta es probablemente la más interesante. Para los que no se acuerden es la especie retratada en la película de la BBC “Tierra”, que está en las pantallas de cine en estos momentos.
Los individuos de esta especie cantan canciones que memorizan completas en sus mentes. No son una secuencia aleatoria de sonidos, portan sin ninguna duda una información que desconocemos. Cada año, introducen variaciones en esas canciones. Como no sabemos lo que significan, no podemos asegurar si añaden las nuevas peripecias que les hayan pasado. No conocemos otros seres vivos que hagan lo mismo.
Las naves Voyager I y II, lanzadas en los setenta a investigar los planetas jovianos, llevan sendos discos con diversas grabaciones. Una de estas grabaciones es un fragmento de una de estas canciones. Estas naves están ya abandonando el sistema solar y sería muy triste saber que antes de que lo abandonen del todo, el ser humano haya extinguido a estos seres extraordinarios.
Ya nos comemos bastantes animales que andan, vuelan y nadan. No necesitamos comer ninguna especie más. No necesitamos extinguir especies para alimentar a los humanos, y sobre todo no tenemos la autoridad moral para tan siquiera matar un sólo ejemplar de las otras especies inteligentes que pueblan este mundo. Además de los primates, los únicos seres para los que se ha demostrado una cultura y lenguaje rudimentarios son precisamente las ballenas.
Son seres maravillosos que todavía no nos han desvelado todos sus secretos y sorpresas. Además son seres muy pacíficos. No se me pueden olvidar las imágenes submarinas de un buzo flotando al lado de uno de estos plácidos seres mirando a uno de sus ojos. El buzo sabía que le estaba observando, y que al final de ese ojo había un cerebro avanzado que procesaba su imagen. ¿Qué estaría pensando?
Nosotros pagamos la pacífica gracia de estos seres inteligentes con muerte, destrucción y codicia. La búsqueda de seres inteligentes extraterrestres suena a broma macabra cuando matamos a las pocas especies inteligentes que hay sobre este planeta.
Este tipo de cosas hace replantearse si el ser humano no merecería realmente extinguirse para siempre como el mal experimento que es.
Todo esto se hace desde el conocimiento, sabiendo todo lo que acabo de contar, y no desde la ignorancia. Se hace pensando en un estúpido pseudo nacionalismo cultural japonés y sobre todo en el dinero, en las ganancias, en llenar el bolsillo de unos cuantos yenes más. El ser humano es el único ser que es capaz de transformar a las otras especies inteligentes de este mundo en caprichos de consumo de unos seres insaciables.
Sólo unos malditos pueden hacer algo así. Si no impedimos esto, si todos y cada uno de nosotros no ponemos nuestro grano de arena seremos también unos malditos. Nos habremos convertido por fin en lo siempre fuimos: la especie maldita.