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Agua y Energía

Este verano somos conscientes de que España puede ser un país muy seco y caluroso. Esto puede traer consecuencias ecológicas, energéticas y sobre todo económicas. Era de esperar una respuesta política.
Por un lado tenemos escasez de agua. España sufre ciclos de sequías por periodos que pueden durar incluso años. También hay una España seca y otra más húmeda. Es necesaria una planificación a largo plazo que solvente este problema, cosa que se ha intentado anteriormente.
Pero la politización de este asunto ha hecho que se dejen a un lado consideraciones técnicas o científicas sobre este asunto dando alas a los bajos instintos. Si un transvase es perjudicial o no para la ecología deben de ser los ecólogos los que lo determinen. Si es o no rentable la desalinización deben de ser los técnicos quienes lo digan.
Cuando un grupo político encarga un informe a un comité con el discurso cautivo es seguro que las conclusiones de dicho informe no van a ser imparciales, y eso es lo que suele ocurrir. Es inadmisible que siendo la ciencia un saber objetivo, “comités de sabios” pagados por gobiernos de distinto signo político emitan conclusiones distintas sobre un mismo problema, recuerda las predicciones de voto hechas por empresas de sondeos en tiempo de elecciones. Y esto sin entran en cuestiones de adjudicaciones de obras y otros temas escabrosos cuando hay mucho dinero de por medio.
Que gobiernos locales o autonómicos escuchen por interés político a grupos que se hacen llamar ecologistas, cuando éstos no tienen ni la más mínima noción de Ecología es también un error. Un ejemplo de la actuación de un grupo pseudoecologista de este tipo la hemos sufrido estos días atrás cuando irrumpiendo en una granja de visones en Galicia pusieron a los animales en libertad. El daño ecológico que este tipo de depredadores puede causar en un entorno natural distinto a su ámbito de procedencia puede llegar a ser muy grave. Preocuparse por los perritos los gatitos y los visoncitos puede ser loable, pero hay otros problemas ecológicos en el planeta realmente graves, empezando por la desaparición de especies en un proceso de extinción galopante.
Los especialistas en la materia deben emitir un dictamen objetivo sobre las consecuencias (siempre las hay) que un transvase o planta desalinizadora tienen sobre el medio ambiente. Luego deben de ser los políticos quienes decidan si compensa llevar a término el proyecto. Recordemos que parte de la riqueza española en agricultura y turismo proviene de la España seca, y es un factor a tener en cuenta además del humano. Acusar a un gobierno de franquista por querer construir pantanos tampoco ayuda en nada.
Un plan I+D a largo plazo sobre este tema no estaría mal. Como ejemplo de camino a seguir tenemos el proyecto de construcción mar adentro de plantas desaladoras basadas en energía eólica que se está desarrollando actualmente en España. Necesitamos nuevas ideas y ésta parece prometedora.
Por otro lado la riqueza personal de muchas familias ha aumentado lo suficiente como para permitirse el mantenimiento de aparatos de aire acondicionado. Estos aparatos son grandes consumidores de energía, y recientemente hemos visto como batíamos todas las marcas en consumo eléctrico. Una vez más el problema energético nos afecta al ser muy dependientes del petróleo.
Este tema clama al cielo en todo el mundo. Da la impresión que de que sólo nos acordamos de las energías alternativas cuando la factura del petróleo está por la nubes. Pero cuando el petróleo es barato no se invierte ni un duro en investigación sobre nuevas fuentes, aunque se aumente el efecto invernadero.
La energía de fusión nuclear lleva un retraso de décadas en su desarrollo debido a los altibajos en su financiación. Si sólo se hubiese destinado una fracción del gasto que normalmente se realiza en armamento al desarrollo de esta fuente inagotable de energía ya tendríamos al primer prototipo produciendo electricidad.
En cuanto a nuestro país podemos decir que no se ha hecho prácticamente nada en los últimos años para solucionar el problema, salvo comprar energía nuclear a Francia cuando había fuerte demanda. El próximo pago de cuotas de emisión por incumplimiento por parte de España del tratado de Kioto nos lo recuerda.
El nuevo plan energético del ministerio es loable, por ser el ahorro es el primer paso a dar en toda política energética. Sin embargo, habría que apoyar más el desarrollo de nuevas fuentes si queremos solucionar el problema a largo plazo.
Una posible solución parcial sería la energía solar. Si tenemos picos de demanda durante el calor estival, desarrollemos entonces sistemas basados en la energía solar, pues en verano serían de seguro rentables, al contrario que en invierno.
Las futuras plantas desaladoras serán también grandes consumidoras de potencia eléctrica, este es un dato a tener en cuenta en el futuro.
Debates sobre impactos ecológicos o paisajísticos (siempre hay impacto) deberían de ser evitados previamente con buenos estudios al respecto, escogiéndose el mal menor. Informar a los ciudadanos sobre todo ello es prioritario, para que así no sean juguetes en manos de los manipuladores.
Nuestra civilización se basa en el agua y la energía como pilares básicos (si no lo cree así pruebe a cortar el agua y la luz de su casa por un par de días) y planificar su uso nunca está de más.