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NeoFronteras

Ocho planetas en nuestro sistema solar

viernes 25 agosto 2006 - Tipo: Editorial

Parece que por fin se ha alcanzado una resolución sobre el asunto Plutón y que pone, de momento, fin a la polémica que se venía arrastrando desde hace tiempo y que traía al que escribe bastante cansado. La degradación de Plutón como planeta es algo que se debía de haber hecho hace mucho tiempo y haber obviado las consideraciones históricas. Tanto por su órbita como por su tamaño Plutón no merece el estatus de planeta, y su inclusión como tal obligaría a incluir muchos otros cuerpos transneptunianos, que son incluso más grandes que él, como el popularmente conocido como Xena (sí, por la serie de televisión me temo).
No hay que rasgarse las vestiduras, la ciencia se autocorrige, y si fue un error incluir a Plutón como planeta del sistema solar ahora se soluciona con este acuerdo. Ya pasó con Ceres, que fue rebajado de categoría una vez se descubrieron más asteroides y se comprobó su escaso tamaño.
Menos mal que se abandonó la primera y poco restrictiva definición de “algo redondo que gira en torno al sol” so pena de aumentar el número de planetas sin cesar. Aunque esta era precisamente la razón esgrimida hace tiempo para aumentar la lista. Según algunos serviría para que los ciudadanos vieran que la astronomía evoluciona y descubre nuevas cosas. Mal consejero para la ciencia son los sentimentalismos e intereses.
El científico, que es un ser humano, no está libre de pecado; y ya que dinero nunca va a tener, busca reconocimiento, ser recordado como el descubridor de tal o cual cosa. A veces ese reconocimiento es importante simplemente para poder comer al mes siguiente. Hace poco recibí el email de una persona que se sentía poco “mencionada” en un artículo de la sección Portada ya que había hecho gran parte de las contribuciones al descubrimiento y a su colaborador se le “olvidó” mencionarla en la nota de prensa. Supongo que el ego de algunos ha sido un factor de peso a la hora de frenar el descuelgue de ciertos cuerpos como planetas.
Es verdad que la nueva definición de planeta es confusa, pero tampoco tiene por qué ser necesaria una definición “exacta y perfecta” de planeta porque quizás no es posible. Tal vez la mejor y más exacta definición de planeta que podemos alcanzar en nuestro sistema solar sería la siguiente:
Los planetas del sistema solar son Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
La nueva decisión aunque valiente se queda corta pues la creación del grupo de planetas enanos no deja de ser una concesión a aquellos que no quieren ver la palabra planeta lejos de Plutón. El uso del nombre de plutones no gustaba a los geólogos que ya lo usan desde hace tiempo, pero plutonianos, plutinos o planetoides son nombres que serían igualmente válidos y mejores.
Planetoide es además un término ya conocido a diferencia del academicista y largo planeta enano. Planetoide hubiera sido el nombre ideal a la hora de adoptarlo para la nueva categoría. Una sola palabra es siempre mejor que dos.
Quizás se solucione en el futuro y se adopte una nueva definición, porque a diferencia de las religiones en ciencia no hay dogmas, o por lo menos no los debe de haber. El debate siempre es sano.
Es curioso tanto rasgamiento de vestiduras por un cambio de denominación cuando vergonzosamente y durante un cuarto de siglo no se ha financiado ninguna misión para saber más de Plutón.
Plutón es sin duda un lugar interesante del que no conocemos casi nada. Es el representante más cercano del cinturón de Kuiper y en él probablemente se encuentran claves que ayuden a saber el origen y evolución del sistema solar exterior. Después de haber desperdiciado más de dos décadas, tiempo durante el cual Plutón se encontraba más cerca del sol que es cuando desarrolla una atmósfera por sublimación, por fin se ha enviado este año una misión tradicional a su encuentro. Los proyectos de sondas rápidas de propulsión iónica han quedado en papel mojado, así que tendremos que esperar hasta julio de 2015, cuando New Horizons pase a su lado, para saber algo más de este desconocido mundo. Después la sonda seguirá más allá, adentrándose en el cinturón de Kuiper.
Por cierto, planeta viene del griego πλανήτης “objeto errante”, porque desde la antigüedad se vio que eran los únicos objetos del firmamento con apariencia de estrella que se movían por el orbe a lo largo de las estaciones. Sumerios, egipcios o griegos ya los conocían, pero en aquella época sólo había seis de ellos. Algo hemos avanzado desde entonces. Espero.

25-08-2006  »  NeoFronteras

Comentarios: 2

  1. Acuariogratis
    19 febrero 2007 @ 10:05 pm

    ¡¡ Curiosa discusion !!!
    Realmente planeta, planetoide o asteroide (y hasta un macho) parecen ser diferentes gradaciones de lo mismo. Básicamente tenemos un objeto estelar que no tiene reacciones de fusión en su interior y esta compuesto por materia ordinaria (no materia «degradada»)
    La clasificacion de un cuerpo celeste en una de estas categorias parece totalmente artificial y no parece aportar nada, excepto prestigio para su descubridor.
    Segun vayamos conociendo mas cuerpos del cinturón de Kuiper, o alguno de la nube de Oort, o planetas extrasolares, veremos como la nueva definición de planeta no será suficiente.
    Un pequeño interrogante: ¿A qué se parece mas la tierra, ¿A Jupiter o a Plutón?
    Y si me apuran, ¿No es Mercurio mas similar a Ceres que a Saturno?
    Realmente, no acabo de ver la importancia de que Plutón sea llamado planeta o Planeta Enano.

  2. Yáser
    28 julio 2007 @ 1:34 am

    Creo que la destitución de categoría de Plutón es la adecuada. No solo su ínfimo tamaño le ha dejado en la situación en la que se encuentra, sino también por su órbita: tanto su inclinación, como la exagerada elipsis que hace, como la cercanía que llega a coger con el sol respecto de Neptuno, como el lugar donde ésta se haya: el cinturón de Kuiper. Plutón recibió en 1930 la categoría de planeta injustamente cuando se buscaba un planeta que alteraba la órbita de Neptuno, encontraron a Plutón y se conformaron. El hecho de que tuviera como luna a Caronte parecía que le iba a favorecer pero le perjudicó, porque tan grande es Caronte que el eje de gravedad del sistema no está en Plutón sino en un punto a medio camino de los dos. Al descubrir que los otros dos satélites dan vueltas alrededor de los dos cuerpos mayores hace aún más complejo el sistema de Plutón y lo aleja demasiado de nuestra comprensión de planeta.
    Actualmente tiene la categoría de segundo mayor objeto del cinturón de Kuiper, de momento; una curiosa historia y un sitio especial en nuestros corazones, pero hay que saber reconocer un error humano que sucedió hace 77 años, y así de paso simplificar más la estructura de nuestro sistema solar que en los últimos años se ha convertido en todo un reto para los astrónomos que tienen que clasificar los objetos que éste contiene.